Menu

Las artes como estímulo para la democracia

Artículo de Fernando Pindado Sánchez  

El título puede parecer extraño porque, en principio, no parece que exista una relación entre las artes y la democracia. ¿Qué tienen que ver, por ejemplo, el teatro, la danza, el cine, la pintura… con la democracia? O mejor dicho ¿qué tienen que ver esas manifestaciones artísticas con la política? En mi opinión tienen mucho que ver. Y esa relación puede producir efectos muy positivos.

 

Las artes son emociones. La democracia, en cambio, se corresponde con la política que, en un sentido estricto, debieran ser decisiones racionales. Sin embargo, es muy difícil separar una cosa de la otra. No se trata de manipular los sentimientos para producir efectos políticos, sino de activar las emociones para “conmover” a las personas a que se sientan parte de una comunidad.

La democracia se sustenta en la soberanía popular y ese pueblo, esa ciudadanía necesita canales eficaces para poder participar en los procesos de toma de decisiones políticas. Los debates políticos por sí solos no producen mucha atracción, razón por la cual son necesarias formas de “llamar” que puedan ser eficaces.

Pero no solo llamar, también entusiasmar o ilusionar. Que la persona llamada se pueda sentir parte de esa comunidad sobre la cual va a hacer sus aportaciones para definir las decisiones políticas que deban transformar una realidad concreta.

La participación en democracia se suele identificar con el voto, ya sea para elegir representantes ya sea para tomar una decisión en un referéndum. El voto es el icono de la democracia y parece que la democracia se reduce a ese hecho cargado de liturgia.

 

Seguir leyendo en SwissInfo 

Este artículo se publicó originalmente en versión inglesa en Zocalo Public Square