Portugal
Municipio de Ãgueda
Traducción del inglés hecha por el OIDP de la propuesta oficial. Este proyecto busca, entre otros objetivos, involucrar activamente a las comunidades escolares, es decir, a los estudiantes, como actores de cambio, reforzando el rol de las comunidades escolares en la sociedad. Un reto dirigido a las escuelas para actuar y reducir voluntariamente su huella ecológica, así como implementar medidas de sostenibilidad que vayan más allá del aula, llegando e involucrando a la comunidad y a los padres, promoviendo responsabilidad social y medioambiental para todos, y también involucrando a diferentes ámbitos de la sociedad. Los estudiantes promocionan auditorías energéticas y monitoreos semanales, implementan acciones y iniciativas creativas para mejorar la sostenibilidad local y reducir la huella ecológica de las escuelas, y evalúan los resultados. Aplicando los principios de la ludificación, las comunidades fueron premiadas por los resultados obtenidos.
El proyecto buscaba afirmar la importancia del rol individual y colectivo de ciudadanos concienciados medioambientalmente que contribuyen a su protección. También busca un acercamiento desde las TIC que involucre a empresas locales y cuente con la participación activa de todos, comunicando las acciones y los resultados a todo el mundo. Los estudiantes fueron los principales "actores" del proyecto, la fuerza conductora del trabajo e ideas y, en cierto momento, los que empezaron a retar a los profesores y equipos municipales para implementar otras acciones para educar y concienciar a la comunidad. Los estudiantes descubren así nuevos acercamientos a las ciencias y a la tecnología, explorando temas como la economía verde, la reducción de residuos, el cambio climático, la movilidad...
Los participantes interactuaron a través de la plataforma (http://escolasustentavel.regiaosustentavel.pt), en la que está disponible la información (presentada con gráficos y componentes interactivos). Esta se ha desarrollado para facilitar la interacción y comunicación de manera democrática y transparente. Se daban puntos y insignias con el desarrollo de las actividades y las reducciones conseguidas. El resultado obtenido contribuye a la clasificación de las escuelas que mejor actúan.
Con el refuerzo del rol de cada estudiante en la comunidad escolar y en la sociedad, fue posible implementar y diseminar buenas prácticas en sostenibilidad que resultaron también en la reducción de energía y consumo de residuos, emisiones de CO2, energía y costes de agua (otros objetivos del proyecto).
La implicación de las escuelas y comunidades fue un éxito, ¡y superó las expectativas! Unas 55 escuelas y 3000 estudiantes formaron parte, casi mil acciones de sostenibilidad se desarrollaron en la comunidad, se involucraron diversas entidades locales, se redujo el consumo de energía, ¡y hubo ganancias medioambientales, económicas y sociales! La reducción conseguida se convirtió en un premio monetario que el municipio envió a la escuela para el desarrollo de más programas educacionales y actividades en el área.
El componente de la ludificación es bastante innovador para este tipo de proyectos. La iniciativa busca aplicar principios y elementos típicos de los juegos (puntuación, actuación, reglas, etc.) en el reto de ser implementado por las escuelas de la comunidad intermunicipal de Aveiro. Se animó a cada escuela a reducir el consmo e implementar actividades de sostenibilidad, con puntos e insignias asignadas por la implementación de las actividades y reducciones obtenidas. Los puntos contribuyen a la clasificación de la mejor actuación junto a las otras escuelas. Los participantes interactúan a través de una plataforma (http://escolasustentavel.regiaosustentavel.pt), que tiene un componente gráfico e interactivo desarrollado para facilitar la interacción con los participantes, así como sirve para recibir y proporcionar la información necesaria para el desarrollo de la iniciativa. Todo el consumo de energía fue medido (y mostrado en la plataforma) a través de medidores inteligentes instalados en los edificios de las escuelas.
Otra perspectiva que creemos que es innovadora es la manera en que desde el primer momento hubo una implicación activa por todas las partes: escuelas, municipios, diversas entidades, responsables asignados e interlocutores que trabajaron de manera activa como un equipo en el proyecto. Consideramos este factor determinante y, además, a pesar de las reuniones preparatorias, visitas a este campo, el programa y la planificación previa y discutida, fue adaptado (con el tiempo) de escuela a escuela y con la base de la preocupación y expectativa de las comunidades escolares, inputs de las organizaciones e incluso desde los retos que los mismos estudiantes propusieron a los equipos y las iniciativas que quisieron implementar en la escuela y en las áreas circundantes con el desarrollo del proyecto.
El proyecto es completamente replicable en otras escuelas, territorios e incluso organizaciones (como se evidencia por su implementación en 55 escuelas diferentes, habiendo sido ya desarrollado en escuelas diferentes de las involucradas inicialmente). Se considera que todos los elementos son replicables y fácilmente adaptables a las dinámicas de cada entidad. Como determinantes de éxito: la implicación desde el primer momento de todos stakeholders principales, y la extensión del grupo a nuevos miembros según el proyecto ganó madurez, adaptando algunas de las iniciativas y también algunos intereses importantes y particulares de las comunidades escolares (o trabajadores).
La instalación de sensores inteligentes en edificios también es importante para que el consumo real se sepa y los ahorros conseguidos con las medidas implementadas por los usuarios de las instituciones sean evaluadas.
Es importante comunicar estos resultados en la organización y promocionar la implicación de todos para darse cuenta rápidamente que algunas de las medidas están empezando a ser implementadas en casa y otros espacios.
Otra perspectiva que creemos que es innovadora es la manera en que desde el primer momento hubo una implicación activa por todas las partes: escuelas, municipios, diversas entidades, responsables asignados e interlocutores que trabajaron de manera activa como un equipo en el proyecto. Consideramos este factor determinante y además, a pesar de las reuniones preparatorias, visitas a este campo, el programa y la planificación previa y discutida, fue adaptado (con el tiempo) de escuela a escuela y con la base de la preocupación y expectativa de las comunidades escolares, inputs de las organizaciones e inclusos desde los retos que los mismos estudiantes propusieron a los equipos y las iniciativas que quisieron implementar en la escuela y las áreas circundantes con el desarrollo del proyecto. Dado el componente de ludificación, la regulación también fue elaborada. En paralelo se preparó la infraestructura, es decir, se instalaron sensores inteligentes en las escuelas, se prepararon plataformas de comunicación, la imagen e incluso una pequeña mascota, "pequeño héroe", a la que los estudiantes pusieron el nombre de SustentiX. Sin embargo, la inversión fue respaldada y cofinanciada por los municipios y ellos se implicaron para galardonar a las escuelas que obtuviesen más ahorro. También se llevaron a cabo otras acciones, pero consideramos que este proyecto fue muy bien, ya que tuvimos apoyo de toda la comunidad y de las organizaciones privadas y públicas involucradas. Toda la comunidad escolar mostró interés en participar en este ranking, demostrando que es una competición sana con resultados tangibles que promueve buenas prácticas en sostenibilidad.
La plataforma innovadora permitió mostrar el consumo y las iniciativas de desarrollo sostenible visualizando el impacto directo en la reducción de consumo resultante de las acciones que fueron desarrolladas en la escuela, promoviendo un "feedback positivo" de todos los involucrados. Por ejemplo, el impacto directo en el ahorro energético (tanto medioambiental como financiero) y unos 1.800 m3 de agua fueron ahorrados en un año.
El proyecto fue coordinado satisfactoriamente por el municipio de Águeda e involucró a la comunidad intermunicipal de la región de Aveiro y al resto de municipios que forman la región. Águeda promocionó la activación y dinamización del proyecto entre los grupos escolares, llevando a cabo diversas acciones de concienciación, inicialmente con los managers y líderes escolares, luego con las propias escuelas y profesores y finalmente con la comunidad.
En este proceso se involucró a las diversas partes del proyecto y estas se volvieron la cara de lo que se iba a desarrollar, integrando en las acciones y dinámicas las preocupaciones, deseos y expectativas que los profesores presentaron, así como los estudiantes. El proyecto también fue adoptado por otros proyectos y planes educacionales y municipales que ya se habían planeado o estaban en marcha. El proyecto de eco-escuela ABAE (proyecto nacional) es un buen ejemplo donde las acciones requeridas también contaron como acciones para las escuelas sostenibles.
La evaluación de esta coordinación fue muy positiva, evidenciada por el resultado obtenido y la implicación activa de todas las escuelas y actores. También fue expresado el deseo de que el municipio de Águeda continúe coordinando este proyecto en años futuros. Los informes producidos también fueron presentados al Centro Regional Coordination and Development Commission (CCDR-C) y obtuvieron también una buena evaluación.
Entre otras premisas, el proyecto está basado en la coresponsabilidad de diversos actores, entidades, comunidades y ciudadanos. Hay diversos niveles de coresponsabilidad: el nivel de actores locales y ciudadanos (comunidad escolar) y el nivel de los municipios implicados y la comunidad intermunicipal. En cuanto a este último, el proyecto de escuelas sostenibles fue promocionado inicialmente por el municipio de Ágeda, pero se integró en la comunidad intermunicipal en la que opera la región de Aveiro, integrando 11 municipios para contribuir a los objetivos nacionales e internacionales en el campo de desarrollo sostenible, proporcionando a la región un conjunto de prácticas innovadoras, promocionándola como la región de excelencia, dinámica y competitiva, con prácticas diferenciadas y metodologías.
Cada municipio monitoreó las dinámicas promovidas en sus comunidades, apoyando como fuese necesario con recursos humanos, soporte técnico, materiales (instalación de los medidores inteligentes, etc.) y se comprometió a recompensar financieramente a las escuelas que consiguiesen los mejores resultados: ahorro de energía e iniciativas desarrolladas. Otro aspecto hace referencia a la escuela en sí misma: la escuela fue responsable de introducir información crucial al desarrollo de la caracterización del proyecto y el diagnóstico en una etapa temprana, así como en el desarrollo de otras acciones (con el apoyo del municipio y el equipo de dinamización). Con el desarrollo de acciones, que involucró a menudo a toda la comunidad escolar (diferentes clases e incluso la comunidad a su alrededor en la escuela), cada profesor coordinador tenía un nivel de acceso a la plataforma y permisos de edición. Así, se hacía responsable, como los estudiantes designados por la escuela, de introducir la información necesaria, evidencias e información descriptiva. El resto de comunidades tuvo acceso a los resultados, evidencias e informes producidos.
"Buen proyecto innovador que refuerza sus objetivos con datos recopilados y resultados concretos"
"Una perspectiva de ludificación interesante para promocionar un comportamiento más sostenible en escuelas, con buenos resultados y evaluación de impacto. La pregunta abierta es hasta qué punto las insignias son sostenibles más allá de la fase piloto. Hay un número de casos prácticos creciente que muestra que las insignias (y otros tipos de incentivos sin significado real), con el tiempo, reducen su impacto y que los resultados iniciales significativos suelen darse porque es una novedad. Las campañas políticas y el compromiso online están de echo abandonando estas estrategias para impulsar recompensas más lúdicas y significativas. Por ejemplo, el proyecto rediseñado de AFLCIO nació exactamente porque las insignias se habían vuelto contraproductivas en la campaña de apoyo a la reelección de Obama."