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“Trencant Fronteres (Rompiendo Fronteras): la implicación de las mujeres inmigradas en la comunidad de acogida”

Pais

Cataluña

Organización

Ayuntamiento de Vic

Tipo de experiencia

espacio/taller de diagnóstico...

Tema

inclusión social

ODS

ODS 5 ODS 10 ODS 16

Distinción

8th.

Esta experiencia fue una candidatura a la 8 Distinción "Buena Práctica en Participación Ciudadana"

Descripción

Este proyecto fue diseñado con la finalidad de fomentar la participación social y el sentimiento de pertenencia al barrio y a al ciudad de las mujeres “recién llegadas”, para que se conviertan en agentes de integración y cambio social para el impulso de la convivencia ciudadana. Los colectivos específicos de intervención fueron las mujeres: marroquíes, ghanesas y punyabíes, que son los grupos mayoritarios en la ciudad, pero con poca visibilidad. Aún así, el proyecto buscó la interrelación entre las mujeres que actualmente viven en Vic para que tengan un papel activo y relevando en la ciudad. Se ha trabajado directamente con 513 personas, casi un 90% de las cuales son mujeres.

LAS FASES DEL PROYECTO
El proyecto se impulsó transversalmente entre las Unidades municipales de: Participación ciudadana, Acogida, Mujeres, Convivencia y Cooperación. Para que esta transversalidad se materializara también en la ciudad, se creó un grupo motor formato por todas las entidades e instituciones que trabajan directa o indirectamente con mujeres recién llegadas en la ciudad con el objetivo de planificar, ejecutar y evaluar conjuntamente un proyecto y una programación integral dirigida a los colectivos diana del proyecto.

La fase inicial del proyecto se dirigió, básicamente, a reforzar la lengua catalana de las mujeres marroquíes, ghanesas y punyabíes a través de talleres de comunicación oral llamados “Hablamos”, entendiendo la lengua como una herramienta de participación ciudadana elemental. El conocimiento y participación del entorno también tuvo un papel destacado en la fase inicial (equipamientos ciudad, Centro de Atención Primaria (Consultorio Médico), biblioteca, Universidad de Vic, Muestra de Entidades y Músicas de Vic, encuentros para tejer, mercados, muestra de entidades... ).
La segunda fase del proyecto se inició en el mes de abril con una oferta de talleres dirigidos a toda la ciudadanía que tenían en común la interrelación, la participación, la formación, el diálogo, la colaboración y la cohesión social.

EL DESARROLLO DEL PROYECTO
La respuesta a la difusión del programa causó un efecto llamada masivo y se presentaron un gran número de mujeres para inscribirse al programa, sobre todo mujeres de procedencia punyabíes y ghanesas. Por este motivo se afinó mucho el perfil de las participantes: mujeres menores de 40 años, con hijos e hijas en edad escolar y con poco tiempo de estar empadronadas en la ciudad, que no hayan sido escolarizadas aquí, con motivación para participar en proyecto y conocer gente y que quisieran venir voluntariamente comprometidas a participar desde el inicio hasta el final del programa. Se hicieron entrevistas para conocer sus intereses, conocimiento de catalán, preferencias de ocio, conocimiento de la ciudad, red social y disponibilidad.

A partir de aquí se inicia lo “Hablamos”, la columna principal del proyecto. Se organizaron cinco grupos heterogéneos en diferentes espacios estratégicos que habitualmente no utilizan estas mujeres y repartidos por los diferentes barrios de la ciudad, en los cuales una vez a la semana se han hecho sesiones de dos horas para practicar la lengua catalana. El método comunicativo ha sido la base de estas sesiones a través de: juegos de rol, música, material visual, manualidades, trabajo en grupos... la participación de las mujeres a lo largo del programa ha sido muy activa, participativa, con pocas ausencias, mucha puntualidad; ha sido, por ellas, una actividad de mucha responsabilidad. Uno de los aspectos más interesantes de esta experiencia fue que la comunicación entre ellas de cómo viven el hecho migratorio y la vía de comunicación fue en catalán. Sus valoraciones fueron muy positivas, han conocido Cataluña, han descubierto que forman parte de un barrio y una ciudad, se sienten participativas y crean una red social hasta ahora inexistente.

En la segunda fase se llevaron a cabo talleres en los que participaron 91 personas: bricolaje fácil, patronazgo, horticultura, alfabetización digital, andamos y góspel que fueron verdadero espacios de relación y participación ciudadana.
El 3 de julio se celebró el acto de clausura, con bailes, música, actividades y aperitivos preparados por los participantes. En el mismo acto se hizó entrega de diplomas a todas las mujeres participantes y la inauguración de una exposición de fotografías del proyecto.

CONCLUSIONES
Por la experiencia vivida de todo el mundo que participó en Rompiendo Fronteras llegamos a la conclusión que fue un programa innovador, desde el diseño del proyecto hasta la ejecución del mismo, como un modelo de cohesión y participación social de colectivos que difícilmente tienen visibilidad o participación a la ciudad.

Los factores de éxito del proyecto han sido muy diversos: la transversalidad municipal y social a través del liderazgo y el grupo motor, la implicación de las entidades en la realización de talleres, la implicación de los estudiantes de la UVic en las visitas guiadas, la implicación de los diferentes espacios donde se realizaron los talleres (casales de gente mayor, centro de Artes, centros cívicos, Fundación Trueta...), la alta participación y constancia de las mujeres participantes, la participación familiar en las actividades, las actividades basadas en las propuestas de las mujeres, la continuidad de algunos talleres de manera autónoma, la derivación de las mujeres a otros proyectos, el mantenimiento y consolidación de grupos informales, etc.

Cumplimos con todos los objetivos planeados y destacamos todos los aspectos positivos con los cuales finalizamos este programa: haber motivado a las mujeres a participar ampliando su círculo de relaciones sociales y hayan visto que hay multitud de posibilidades para seguir creciente como personas y así poder ser mujeres más autónomas y seguras de sí mismas; que todo el que hacen estas mujeres para formarse, integrarse y relacionarse con la sociedad que las ha acogido repercute sustancialmente y de manera positiva en sus familias, este es un ejemplo de muchos tan positivos y cualitativamente innumerables de todas las experiencias tan ricas que se pudieron experimentar a lo largo de Rompiendo Fronteras.