Ponentes:
Alexandra Siarri, Vicealcaldesa de Burdeos, Francia
André Viola, Presidente del Consejo Departamental de Aude, Francia
Carlos Siegle de Souza, Gobierno del Estado de Rio Grande do Sul, Brasil
Raúl Basulto Luviano, Alcaldía de Iztapalapa, México
Moderador: Carlos González Martínez, Civitas A.C., México
Alexandra Siarri, Vicealcaldesa de Burdeos, Francia
El presupuesto participativo se diseñó como una herramienta para acercar a la ciudadanía a la participación pública, renovar el funcionamiento administrativo, y promover la transición ecológica y luchar contra el calentamiento global.
La ponente explicó que tomó mucho tiempo que los ciudadanos supieran qué implica el trabajo del presupuesto participativo. El primer aprendizaje de este proceso fue reconocer la dificultad de hacer que la ciudadanía participe, porque no todos se creen capaces de desarrollar proyectos, de dar su opinión y de votar. Los talleres se revelan, así, como una estrategia necesaria para superar estos obstáculos.
Otro punto que destacó la vicealcaldesa fue el aprendizaje de la comunicación; se hizo un trabajo fuerte de comunicación para el proceso, que se apoyó de soportes digitales tanto en la difusión como en la elaboración de materiales atractivos con un lenguaje claro y accesible.
André Viola, Presidente del Consejo Departamental de Aude, Francia
En Aude, se comenzó con presupuestos abiertos, sin limitación a temas específicos, con una bolsa de aproximadamente un millón y medio de euros. Se decidió que los proyectos se iban a destinar a proyectos medioambientales.
En el caso de los proyectos iniciales que no tenían la claridad suficiente, los servicios del ayuntamiento acompañaron a los ciudadanos para que sus ideas se convirtieran en proyectos viables que pudieran ser sometidos a votación. Las reglas de las votaciones fueron fijadas por los mismos habitantes, quienes decidieron que votaran todos los residentes, sin importar la nacionalidad, y ampliaron el derecho a partir de los 16 años.
Carlos Siegle de Souza, Gobierno del Estado de Rio Grande do Sul, Brasil
En su opinión, el principal error de los gobiernos es retrasar las demandas de la población, o simplemente no cumplirlas: si no hay credibilidad con el gobierno la gente no participa, y la credibilidad reside en que la participación tenga resultados.
También consideró que la gente participa por motivos muy diferentes, y que el presupuesto participativo sirvió para invertir las prioridades, para dar voz a quienes no han participado, pero aún hay mucha población que no tiene muchos motivos para participar o encuentran limitaciones. Por ello se creó el presupuesto digital, para las personas que no pueden estar presentes, que se encuentra en fase de experimentación.
Por último, consideró que el principal legado de Porto Alegre es la autonomía del proceso y la cultura de participación creada en la ciudad. Los últimos cuatro gobiernos de la ciudad, de espectros políticos diferentes, tuvieron que asumir la continuidad del presupuesto participativo.
Raúl Basulto Luviano de la Dirección General de Obras y Desarrollo Urbano, Alcaldía de Iztapalapa, Ciudad de México.
La experiencia del presupuesto participativo comenzó en 2010 como un experimento de la delegación de Iztapalapa. En opinión de Raúl Basulto, se lograron crear obras importantes, pero sobre todo se construyó ciudadanía. Con esa primera experiencia se pudieron priorizar necesidades en materia de seguridad y creación de espacios públicos, muy carentes en Iztapalapa. La experiencia se retomó para diseñar el presupuesto participativo para todas las colonias del Distrito Federal.
Indicó que el reto es retomar mecanismos para que los ciudadanos elijan el recurso y no los gobiernos, porque ha habido experiencias en que son los gobiernos quienes eligen los proyectos, ignorando o manipulando las votaciones.
César Manuel Lepe del Gobierno Municipal de Tlajomulco, Jalisco.
En la experiencia de Tlajomulco, se reconoció que las lógicas institucionales son diferentes a las lógicas comunitarias. Para ello se partió de un principio de gobernanza, puente entre la comunidad y las instituciones, que crea formas de gobierno más transparentes y participativas.
En 2010 se creó el presupuesto participativo, para más tarde añadir la revocación de mandato, consultas públicas y finalmente el primer reglamento de participación ciudadana. La primera experiencia se conformó con el 15% de lo recaudado por el impuesto predial. Hoy en día Tlajomulco está dividido en zonas con Consejos Sociales, cuya tarea es proponer proyectos. Se aprovechó este diseño para que los Consejos Sociales trabajen en el conflicto de los espacios públicos y diseñen proyectos que los aborden y transformen para construir espacios de paz.
Conclusiones
Entre las discusiones que se presentaron en el cierre de esta sesión, se planteó cómo alentar la participación de los jóvenes en los presupuestos participativos; el cuestionamiento del funcionamiento de los presupuestos temáticos y abiertos, en el caso de Porto Alegre; la necesidad de tener mayor información sobre cómo operan los presupuestos participativos escolares; y cómo trascender el uso de los presupuestos participativos en servicios y reparaciones básicas a proyectos más amplios. También surgieron interrogantes sobre qué sucede con el presupuesto participativo iniciado por gobiernos de izquierda cuando llegan partidos de derecha.