Francia
Región Borgoña-Franco Condado
01-11-2023
Experiencia llevada a cabo de noviembre de 2023 a junio de 2024
30-06-2024
La Convención Ciudadana por el Clima y la Biodiversidad de la región de Borgoña-Franco Condado es un proceso democrático participativo que involucra a 50 ciudadanos seleccionados por sorteo. Su misión es proponer soluciones para hacer frente a los desafíos ambientales, en particular el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Organizada por la Región, esta convención comenzó en noviembre de 2023 y se desarrolla en varias sesiones hasta junio de 2024, durante las cuales los ciudadanos intercambian ideas con expertos y actores locales para alimentar las políticas públicas regionales.
El principal objetivo de esta convención ciudadana es permitir que los ciudadanos reflexionen y propongan soluciones concretas para abordar los desafíos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, orientando así las acciones públicas regionales. A través de un proceso democrático, la Región busca integrar las voces de la sociedad civil en la formulación de sus políticas ambientales, promoviendo al mismo tiempo la adopción de prácticas responsables y sostenibles en áreas como el consumo, la movilidad, la vivienda, la agricultura y otros sectores clave.
La convención reúne a un grupo de 50 ciudadanos seleccionados por sorteo, representando la diversidad demográfica de la región, incluyendo una variedad de edades, géneros, profesiones y lugares de residencia (urbanos y rurales). En febrero de 2024, durante la tercera sesión de la convención, 36 ciudadanos participaban activamente.
Estos participantes han demostrado un fuerte compromiso con la acción climática, aunque la búsqueda de ciudadanos disponibles para este proceso participativo requirió un esfuerzo considerable (se realizaron 13.973 llamadas telefónicas). Este panel refleja una diversidad de opiniones y perspectivas, pero con un objetivo común: responder a los desafíos ambientales de la región de Borgoña-Franco Condado.
Fuente: Citoyens, élus et salariés ayant participé à la convention citoyenne en Bourgogne-Franche-Comté • © Isabelle Brunnarius - France Tv
Borgoña-Franco Condado, una región situada en el centro-este de Francia, se caracteriza por sus paisajes variados, que van desde las montañas del Jura hasta las llanuras del Saona, así como por su cultura local marcada por el vino y la artesanía. Con aproximadamente 2,8 millones de habitantes, la región también es un actor comprometido con la transición ecológica y la preservación de la biodiversidad. Se han implementado iniciativas para promover las energías renovables, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger la naturaleza, en particular mediante la creación de reservas naturales (cuatro parques naturales regionales, incluido el Morvan) y el apoyo a prácticas agrícolas sostenibles. El Consejo Regional también fomenta la movilidad sostenible, el reciclaje y la gestión responsable de los recursos, conciliando así el desarrollo económico con el respeto por el medioambiente.
Las asambleas ciudadanas para el clima en Francia forman parte de un movimiento más amplio de democracia deliberativa, cuyo objetivo es involucrar a los ciudadanos en la toma de decisiones ambientales. El ejemplo más emblemático es la Convención Ciudadana por el Clima, iniciada a nivel nacional en 2019, que ha servido de modelo para varias iniciativas regionales, incluida la de Borgoña-Franco Condado.
La Convención Ciudadana por el Clima y la Biodiversidad se distingue por su metodología participativa e inclusiva. La experiencia comenzó en noviembre de 2023 con una serie de sesiones de dos días que permiten a los ciudadanos familiarizarse con los desafíos ambientales locales a través de la intervención de expertos científicos y actores institucionales. Estos expertos proporcionan conocimientos sobre temas clave como la movilidad, la economía circular, la agricultura sostenible y la gestión de los recursos naturales.
Después de cada sesión, los ciudadanos intercambian sus ideas y experiencias personales para enriquecer la reflexión colectiva sobre las acciones a emprender a nivel regional.
El proceso está marcado por debates abiertos en los que los ciudadanos formulan sus propuestas sobre distintos aspectos de la transición ecológica. Durante las sesiones, han participado figuras políticas como Marie-Guite Dufay, presidenta de la región, Stéphanie Modde, vicepresidenta a cargo de la transición ecológica, y representantes del GREBE (Grupo Regional de Expertos en Biodiversidad y Medio Ambiente), quienes han intercambiado con los participantes y apoyado la iniciativa.
El cambio climático y sus efectos, como las sequías y la degradación de los bosques, han sido puntos de partida para las discusiones. Una de las principales preocupaciones de los ciudadanos es presentar propuestas que sean tanto viables como ambiciosas para mejorar las prácticas locales sin perder de vista las limitaciones ecológicas globales. Además, expertos en medioambiente y clima han estado presentes para asistir en los debates. Entre ellos, Daniel Gilbert, presidente de la asociación "Le Futur a déjà commencé", ha brindado su apoyo y conocimientos.
Este proceso se desarrolla en varias sesiones, con una presentación final prevista para junio de 2024, donde los ciudadanos compartirán sus recomendaciones concretas con los representantes regionales. En total, se han formulado 272 propuestas en sectores tan variados como el transporte, la energía, la agricultura y la gestión de los recursos naturales. De estas 272 propuestas, y considerando las competencias regionales, 34% están fuera del ámbito de competencia de la región, 29% se basan en normativas ya existentes pero que requieren fortalecimiento o modificaciones, y 6% son nuevas propuestas dentro del ámbito competencial de la región.
El informe final de la Convención Ciudadana por el Clima y la Biodiversidad consta de 69 páginas y ha sido presentado a los representantes de la mayoría del Consejo Regional. Algunas de estas propuestas serán integradas en la planificación ecológica de la región, mientras que otras, fuera del ámbito de competencia regional, serán remitidas a otras instancias, como el Estado. Sin embargo, algunos participantes expresan cierto escepticismo sobre el impacto real de sus propuestas, preguntándose si realmente serán implementadas por los representantes políticos. Entre las preocupaciones más recurrentes está la advertencia de que "en 2050, el clima de Dijon será mediterráneo". A pesar de ello, la iniciativa genera una esperanza común de ver la acción pública alineada con las necesidades y expectativas de los ciudadanos ante los grandes desafíos ambientales de nuestra época.
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